Páginas

jueves, 17 de abril de 2014

El hombre propone y Dios dispone!

Después de varias semanas con una especie de depresión post parto y falta de tiempo para la familia y cosas importante y después de varios ayunos y oraciones, mi esposo y yo sentimos la impresión que sería mejor mudarnos ...a McKinney, donde él trabaja. A finales de Febrero, fuimos a dar una vuelta en el carro por ese lugar. Nos gustaron algunos vecindarios y decidimos mudarnos para allá. Hasta ese momento nunca habíamos pensado en cambiarnos, vender nuestra casa y mudarnos a otra en el mismo Texas. Nuestra idea siempre fue Algún Día mudarnos pero a algún estado donde podamos estar más cerca de la familia de mi epsoso (California, Idaho, Utah, Washington).
Luego de decidir, pusimos una fecha y sentimos que por algunos trabajos en la casa y tiempo para buscar otra y empacar seria bueno 2 meses, así que decidimos salir de nuestra casa a fines de abril. Siendo aproximadamente  el 15 la fecha en que empezaríamos a buscar casa. Así empezamos todo nuestro proceso de mudanza, con el sentimiento muy fuerte en nuestro corazón que el CAMBIO era necesario. 

Despues de trabajar en la casa, hacerla linda y como siempre quisimos para nsotros, pero esta vez sería para venderla, un día Mark me envió un mensaje de su trabajo. El había hecho una busqueda automática de trabajo por internet en su compañia en el estado de WASHINGTON sólo por curiosidad y encontró un anuncio de trabajo para lo que el buscaba y cuando entra a leer, en la descripción, decia lugar: Salt Lake, el volvió a la pagina anterior a ver si había puesto WASHINGTON, y Sí, pero el trabajo era en UTAH, no se cuál había sido la "confusión", pero el me preguntó si debía aplicar a ese trabajo. Cuando leí su mensaje, volví a sentir lo que habíamos sentido antes cuando decidimos cambiarnos. Sentí que si el Señor estaba poniendo esa oferta era porque EL tenía mejores planes para nosotros, diferentes a los que nosotros habíamos tenido para nosotros mismo.
El aplicó al trabajo y después de 2 entrevistas telefónicas, le ofrecieron el trabajo el viernes 11 de abril.  Sí, justo antes del 15, cuando sería nuestra fecha para empezar a buscar casa aquí en Texas. Sin haberlo pensado, estamos a punto de dejar nuestra casa y este estado. Teníamos planes para nuestra vida y nuestros hijos aquí, pero creo que El Señor sabe mejor las cosas y El endereza nuestro camino, no sólo cuando estamos errantes o cuando estamos en un camino malo, sino que a veces El nos hace salir de algo bueno porque El sabe que habrá algo mejor. No pensabamos mudarnos tan lejos tan pronto. Pero ahora estaremos viviendo cerca de familia, lo que habíamos deseado siempre pero sin una fecha definida, Dios lo definió.
Como siempre digo, solamente para nosotros existe el tiempo. Para Dios todo es un solo día. No sabemos lo que nos espera allá, no sabemos las aventuras que nuestra pequeña familia tendrá por allá, pero nos vamos con la SEGURIDAD que es Dios quien hizo todo este cambio, y que no importa donde vayamos mientras estemos de su mano, TODO ESTARA BIEN. Cuando veo mi casa empezando a verse vacía y llena de cajas, siento nostalgia y vienen a mi mente muchos recuerdos, pero a la vez siento optimismo por lo que nos espera en nuestro nuevo lugar.
Pongamos nuestras preocupaciones siempre a los pies del Señor, siempre recurramos a El por ayuda y sobre todo confiemos en que El estará allí para ayudarnos. Sé que el ayuno y la oración nos brinda no sólo las bendiciones que buscamos, sino tambien la paz y la seguridad que necesitamos mientras esas bendiciones llegan. Ellas no siempre es a nuestro tiempo y por eso es importante tener esos sentimientos durante nuestra espera.

miércoles, 2 de abril de 2014

Una expiación moderna

Hace unos días, fuimos al parque, estuvimos jugando en los toboganes y en un momento hubo un niño de unos 9 ó 10 años  que llevaba alzada  a una nena de unos 13 ó 14 meses. La subió hasta la casita arriba, para hacerla bajar por el tobogán pero después que el bajo, la nena no quiso bajar, tenía mucho miedo. Empezó a llorar y subí a bajarla, porque ya estaba a punto de caerse por un lado de donde estaba. 

Después de bajarla, ella empezó a caminar hacia donde estaba su familia (reunión familiar en la parte techada del parque a unos metros de los juegos), y la nenita, quien tenía muy poca experiencia caminando, estaba cruzando justo frente a los columpios. Mark y yo la vimos que iba en dirección a su familia, pero pasaría frente a uno de los columpios ocupadospor un niño de unos 6 años y ambos dijimos la va a golpear!!!. Mark corrió hacia los columpios mientras ella seguía avanzando sin darse cuenta en dirección que la hacía peligrar recibir un golpe. El columpio pasó una vez más tan cerca de ella que rozó las colitas de su cabello, y cuando iba a llegar el momento en que el columpio golpearía a la nena, Mark pudo llegar a tiempo para jalar a la niña evitando así un fuerte golpe para ella, lo que Mark no se había dado cuenta (ni yo), es que Mark tenía en brazos  a Liam, mi bebé. Liam fue quien recibió el golpe en lugar de la nena. Cuando vi la cabeza de mi bebé irse con fuerza hacia atrás, sentí que mi corazón se paralizó, corrí hasta donde estaban ellos y jalé el columpio para detenerlo y evitar mas golpes a los 3 que estaban en el piso. Le dije al niño del columpio  Detente! No puedes detener el columpio?, el me dijo que no! luego voltee a ver a mi hijo ya segura que no habría otro golpe para nadie y esperando que todo este bien con él. 

No puedo negar que sentí frustración, porque mi bebé era inocente y no merecía ese golpe, quise encontrar un culpable, pero me invadió un sentimiento fuerte sobre la expiación. También sabía que la nena era tan inocente como Liam, soló tomó una decisión incorrecta de ir en esa dirección pero no era consciente que era lo que iba a pasarle y que aunque el niño del columpio era mas grande, quizá tampoco sabía que hacer para detenerse a tiempo. La nena soló nos miraba asustada, su familia ni se dió cuenta de lo que había pasado. La encaminamos en dirección a donde estaba su familia y regresamos a casa, yo asustada y Liam llorando.
En ese momento mientras tranquilizaba a mi hijo, me puse a pensar en nuestra Madre Celestial y en lo difícil que habrá sido para ella ver a Su hijo expiar nuestros pecados. Pagar por las malas decisiones de personas que Sí sabemos lo que hacemos y que a veces sabiendo lo bueno y lo malo actuamos como si nada malo podría pasarnos como consecuencia a nuestras acciones y lo peor es que a veces ni valoramos lo que significó ese sacrificio y las bendiciones que recibimos por medio de ella.

A veces, en esta vida, caminamos como perdidos frente al peligro como esa nena sin darnos cuenta como nos vamos acercando más a algo que nos afectará en forma física, espiritual, emocional o todas al mismo tiempo. Estemos atentos y alertas a los peligros que nos rodean. Debemos recordar que ya Cristo pagó por nuestros pecados y que gracias a El pordemos ser limpios nuevamente. Vivamos agradecidos por ese sacrificio maravilloso que realizó por nosotros. Demostremos ese agradecimiento haciendo un esfuerzo extra por obedecer más y mejor sus mandamientos.