Páginas

miércoles, 26 de marzo de 2014

Mucho que decir!

Hace algunos días siento la necesidad de escribir. Quizá por todas las cosas que estamos pasando en mi familia, o tal vez sólo sea por que la vida me ha enseñado que sólo cuando expresamos lo que tenemos en nuestro corazón es cuando realmente nos beneficiamos. Si es algo bueno, el expresarlo hará que eso crezca, que nos haga felices, si es algo malo, hará que ese mal sentimiento desaparezca evitando así se convierta en rencor, resentimiento, o remordimiento que con el tiempo nos dañe y nos haga infelices.

En estos días he aprendido muchas cosas, más de las que puedo expresar aquí, algunos ni querrán leer todas las "locuras" que escribo, así que trataré de ser breve.

Aprendí que:
  •  A veces estamos acostumbrados a simplemente oir y ver pero no llegamos al grado más elevado que es escuchar y mirar.  Tenemos muchas actividades, situaciones o cosas que nos impiden el realmente escuchar. Hablo de escuchar más allá de las palabras y las historias o experiencias que nos dicen. Es verdad que todos tenemos nuestras propias vidas, nuestras propias familia, nuestros propios desafíos, nuestras propias situaciones agradables o desagradables que estamos viviendo, pero si nos esforzamos por escuchar a los que nos rodean, podremos ser más útiles, podremos responder mejor a los llamados de ayuda que van implicitos en algunas palabras, miradas, gestos, etc. Dios nos utiliza para responder oraciones de sus hijos, pero si no escuchamos y vemos a quienes nos rodean, no podremos ser de toda utilidad. Solamente podremos recorrer la segunda milla para ayudar a alguien al escuchar y mirar con atención.
  • El tiempo pasa, hagamos o no lo que deseamos o debemos, pero que de nosotros depende que nos esforcemos por hacer lo que deseamos y es correcto hacer. Seremos más felices cuando al mirar hacia atrás, veamos que hemos sido productivos y sobre todo podremos valorar lo que hemos ganado de experiencia o aprendizaje debido a lo que hicimos en nuestra vida. Dios nos concede no sólo tiempo y talentos sino también Su ayuda para progresar como personas y así cumplir con nuestra meta terrenal, que es prepararnos para regresar a nuestro Hogar Celestial. Le prometimos que vendríamos y progresaríamos, cumplamos con nuetsra promesa, ayudémosle a El a cumplir la Suya.
  • Cuando deseamos algo con todo nuestro corazón y ese deseo es correcto y justo pero sobre todo, va de acuerdo con la voluntad de Dios, vamos a recibirlo en nuestra vida, no importa CUANDO, el secreto radica en esperar con FE, esa fe que produce PACIENCIA, esa paciencia que nos llevará a ver hechos realidad esos deseos, esos "milagros".  Esa paciencia es necesaria para no cansarnos de cuántas oraciones, ayunos, y años puedan pasar, todo llega a nuestra vida en el momento Correcto. 
 
Me siento humide, feliz y agradecida por todas las cosas que he aprendido y/o recordado en este tiempo. El evangelio me brinda paz, consuelo, gozo, y el aprendizaje que necesito!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comparte tus ideas y/o comentarios!!!